Sobre la interrupción

Ayer era encabronamiento, ahora es gratitud.

Aunque no lo parezca, visto con la perspectiva que dan dos días y dos relecturas: qué alivio es que alguien interrumpa cuando uno cree estar más inspirado.

Quizá las interrupciones de este tipo sirvan en especial como guadaña para rebajar un poco la crecida de nuestras ilusiones. Dejadas a sí mismas, estas últimas terminarían por hacer de nosotros una fronda de grandilocuencia aspiracional y petulante. Mejor que se escuche el tajante mecanismo de la llave y la chapa, los pasos en el corredor. Mejor que llegue la señora que hace la limpieza y prenda el radio y eche a andar la aspiradora. Vaya a ser que nos ilusionemos.

 

(Día así: Paper Tiger, Beck, de Beck.)

Losing a parent is something like driving through a plate-glass window. You didn’t know it was there until it shattered, and then for years to come you’re picking up the pieces.

Saul Bellow

Días así.

 

Tampoco es que haya demasiada queja. Simplemente uno ve la foto de Ian Curtis. Piensa en el desenlace de Ian Curtis. Y escucha la versión remasterizada de un disco de adolecencia. Y quizá el día se pone así, afectadito.

 

Head Like A Hole